Colombia es uno de los países más peligrosos del mundo para los activistas medioambientales. Y en ninguna región del país asesinan a más defensores de los derechos humanos que en Cauca, al suroeste de Colombia, territorio de la comunidad indígena Nasa y hogar de Daniela.
En 2016, la guerrilla más antigua de Colombia, las FARC-EP, y el gobierno firmaron un tratado de paz. Pero en Cauca, los grupos armados siguen luchando hoy en día. El suelo de la tierra natal de Daniela es demasiado fértil: Se están destruyendo bosques para dejar paso a enormes campos de caña de azúcar y al cultivo ilegal de coca, marihuana y adormidera.
“Observamos una importante disminución de los recursos hídricos debido a la agricultura industrializada. Muchas fuentes de agua están envenenadas por productos químicos”, dice Daniela.
Desde 2012, Daniela es miembro de los Kiwe Thegnas, la guardia indígena que vigila el territorio y resiste pacíficamente la intrusión de grupos armados. Desde la implementación del proyecto Juntando Fuerzas las actividades que Daniela realiza se han visto apoyadas y se ha facilitado en temas de atenciones psicosociales y acompañamiento en temas como cuidado del medio ambiente, el territorio y la continuidad de las tradiciones.
“Somos una escuela de vida”, explica Daniela. “Formamos a los líderes del mañana que defenderán la protección de la vida”. El conocimiento de su cultura es también una protección: los jóvenes Nasa que pertenecen a los Kiwe Thegnas no son reclutados fácilmente por los grupos armados. El acompañamiento el proyecto ha reforzado los lazos
e comunidad y ha permitido que los objetivos que Daniela tiene para ella y para su comunidad sean mucho más fáciles de lograr y sean sostenibles en el tiempo
“Queremos que nuestra tierra sea un lugar de armonía y paz. Para lograrlo, nos basamos en el diálogo. Entablamos debates para poner de relieve las consecuencias del conflicto armado y la presencia de grupos armados en nuestra región. Y apoyamos a nuestros jóvenes para que desarrollen su identidad como Nasa”.
“Quiero demostrar a los que no están de acuerdo que podemos crear un país armonioso. Un país donde los niños puedan disfrutar de su infancia seguros, sanos y felices.
Tenemos una responsabilidad. A menudo nos falta sentido de pertenencia y amor: por el país, pero también por nuestros semejantes. Tendemos a ser egocéntricos, a ver sólo nuestras necesidades. Tendemos a olvidar que no estamos solos.”
Keep up to date on the progress of the project by signing up to JF-CPiE newsletter
Get the latest news, case studies, learning briefs, voices of children, and more.
This publication was produced with the financial support of the German Humanitarian Assistance
Its contents are the sole responsibility of Joining Forces and do not necessarily reflect the views of the German Humanitarian Assistance.